LA UNION DEL HOMBRE Y NATURALEZA
24 de mayo, sábado
Itinerario: Caserta-Jardines de la Ninfa
Pernocta: Agricampeggio IL CASALE DEGLI OLEANDRI.
Norma (41.5589, 12.9095)25 euros.
A 10 minutos de las 9 hemos dejado este maravillo y sencillo lugar.
No había venido Franco aun aunque había tres personas esperando. Supongo
que para hacer alguna ruta. He sentido tristeza pero…al llegar a la puerta Angel
se ha bajado para abrirla y dejar la
llave que nos habían dejado por si teníamos que salir por cualquier urgencia.
He atravesado la valla y me he encontrado con dos turismos de frente. Tenían que
echarse a la cuneta o no cabríamos. Y en ese momento ha aparecido Franco,
detrás de nosotros y ha dicho descendiendo de su panda, que quería despedirse
de la “siñora”.
Así que me he bajado de la autocaravana y nos hemos fundido en un
abrazo. ¡qué frágil me ha parecido!, casi un suspiro, pequeño, delgado…ojalá la
vida le regale muchos más años para alegrar e irradiar su alegría, energía y vitalidad a los que
conozca. Ojalá hubiera más gente como él en el mundo. Buena gente, gente
generosa y positiva. Conocerlos es un privilegio y me hace confiar en la
especie humana.
Como yo siempre digo: los recuerdos más intensos, los que permanecen más
en el tiempo, son los relacionados con personas, con buenas personas, con gente
que en un momento determinado del camino, han acariciado tu corazón. En este
viaje lo han hecho Margarita y ahora Franco. Siempre permanecerán poblando mi
corazón con otras buenas gentes conocidas en nuestros viajes.
Hemos puesto rumbo a los jardines
de la Ninfa. Primero hemos circulado por autopista, con tráfico pero fluido.
Cuando la hemos dejado hemos comenzado a circular por las carreterruchas típicas del país con sus
agujeros, deformaciones, blandones, baches y parches hasta que poco más de las 11, unas dos horas después, hemos llegado a un aparcamiento de
los jardines. Aparcamiento que estaba repleto, de hecho he temido no tener
sitio, pero enseguida nos han colocado. Hay una persona que se encarga de ello,
mejor, porque la anarquía de los italianos puede llegar a crear conflictos.
Y nos hemos dirigido a la taquilla y cuál es nuestra sorpresa cuando nos dicen que esta todo vendido, que no queda
ninguna entrada. La cara de boba que se me ha quedado ha debido de ser un poema.
Le he dicho que lo desconocía, que cuando
he consultado la página de los jardines, no aconsejaban nada de esto, ni lo
mencionaban.
Entonces me informa de que a las 15,30 había un grupo en inglés, porque
la visita es completamente guiada, en italiano o inglés. A lo que le respondo
que nos daba lo mismo el idioma, que yo quería ver los jardines y que había
venido expresamente para eso. Angel se ha resignado, pero yo soy peleona, así
que como he seguido insistiendo con la mirada, ha dicho que esperáramos diez
minutos y ha desaparecido. Mientras le he dicho a Angel que esto era Italia.
Que en Holanda, Bélgica u otro país del Norte seguramente no hacían
excepciones, pero aquí, cabía esa posibilidad. Como no regresaba, he llegado a
pensar que quería quitarnos de en medio pero al rato ha vuelto otro joven para
abrirnos la puerta y darnos acceso a la taquilla. ¡Qué bien! ¡qué maravilla!. ¡que
vivan los italianos! Así que hemos abonado nuestra entrada y nos hemos adherido a un grupo.
Mires por donde mires hay belleza por todos los lados. Es sencillo, pero a la vez hermoso. Conjugar los edificios ruinosos de las viviendas de hace cinco siglos, con esta vegetación variada y exuberante da como resultado un paisaje casi de cuento de hadas. Al margen del valor ambiental del sitio, de las especies que alberga, las imágenes románticas que proyecta son una delicia. Y el agua también está presente.
La antigua ciudad sobre la que surge el oasis vivió algunos episodios
atormentados en los que varias familias
nobles lucharon por apropiarse de ella, por lo que fue destruida y reconstruida
en numerosas ocasiones. Durante casi un
siglo se la disputaron los Caetani y los Borja.
A finales XIV se inicia una decadencia debido en gran parte a la
malaria.
Se tuvo que esperar a finales del siglo XIX para que los Caetani volvieran a interesarse por esta propiedad: sanearon sus pantanos, extirparon buena parte de las plantas que habían recubierto los restos arqueológicos, plantaron los primeros cipreses, encinas y hayas, sembraron numerosos rosales y restauraron algunas ruinas arqueológicas, creando un jardín de estilo anglosajón, de aspecto romántico.
¿Venir exclusivamente desde Roma a tan solo una hora, merece la pena? No puedo responder a esa pregunta, cada uno debe juzgarlo. He leído que son de los más hermosos del mundo.
Y me anticipo al decir que los Jardines de la Villa del Este me
decepcionaron y sinceramente, para mi no tienen comparación. Posiblemente me he dejado llevar por la
publicidad que tienen pero sin duda alguna son mucho más bellos los de la
Ninfa, mucho más encantadores. Cada viajero deberá tomar su propia decisión.
A tan solo cinco kilómetros de los jardines había encontrado una
agroturismo por 25 euros con todo incluido (41.5589, 12.9095 Agricampeggio IL CASALE
DEGLI OLEANDRI). Eran ya las 13 horas así que si en algún momento pensé continuar
conduciendo para acercarnos más a
Tivoli, a las 13 horas pienso que lo más adecuado es quedarnos. Además,
comienza a lloviznear así que carreteras estrechas, en mal estado y lluvia….no
eran buena combinación.
Después de comer hemos decidido comprar las entradas para visitar
mañana la Villa del Este. He elegido esta por tener un aparcamiento fácil. El
aparcamiento de la villa Adriana está lejos.
Pero cuando estoy escribiendo el relato y después de haber comprado
online las entradas a las 11, me entra la duda de si el lugar a visitar era la
Villa del Este… o la Villa Adriana. Lo compruebo y con gran pesar y enfado confirmo
que me he equivocado que he comprado las entradas justo al contrario, que mi
idea inicial era la Villa Adriana y voy a terminar en la del Este.
Mi primera reacción es comprar otras para la villa Adriana, pero Angel lo
rechaza argumentando que no vamos pagar 60 euros por ver jardines y añade que hay
que hacer las cosas despacio. Y me disparo. Desconoce las horas y horas
invertidas para organizar un viaje y que los errores se producen aunque se hagan
las cosas despacio, meditadamente. Se manejan muchos datos, mucha información y
a veces esto es inevitable. Y con los años, se cometen más errores. Parece como
que puedo abarcar o procesar o retener o relacionar menos información
Saldremos más temprano dirección Villa del Este. Alguien dice que si se
llega después de las siete no se encuentra donde aparcar. Como además es
domingo, intentaremos llegar pronto y
ver si hay suerte. Si no, la otra posibilidad que barajamos es ir a al aparcamiento
de Villa Adriana y tomar un autobús
hasta la Villa del Este.
UNOS JARDINES…DEL MONTÓN
25 de mayo, domingo
Itinerario:
Jardines de la Ninfa-Villa del Este (Tivoli)-Roma
Pernocta: L.G.P. - Camper Parking . Roma. (41.8748,
12.5544). 30 euros.
Noche fría. Incluso se ha disparado la calefacción.
Nos hemos levantado muy temprano, a las 7,30 y a las 8,30 estábamos ya
camino de Tivoli.
Nos han tocado de nuevo carreteritas, sorteo de algún que otro bache,
agujero, etc., pero a la hora en que hemos circulado y domingo, no hemos
encontrado apenas tráfico. Y ningún camión, lo que se agradece.
Hemos tomado la autopista pero cerca de Roma y antes de desviarnos a Tívoli
nos hemos confundido y hemos tenido que dar la vuelta. Eso nos ha retrasado
unos veinte minutos, pero cuando hemos llegado al aparcamiento, no hemos tenido
ningún problema. Había espacio de sobra. Creo que hay gente que añade ciertos
comentarios falsos y malintencionados y
no alcanzo a comprender qué placer obtienen con eso. Hoy, al asumir como cierto
ese comentario, nos hemos dado el
madrugón para nada.
Aunque al lado había un aparcamiento gratuito para todo tipo de
vehículos con espacio suficiente, hemos aparcado en la zona de pago, la
destinada a autocaravanas. 4 euros todo el día pero me sentía más segura y
evitaría así que me acorralaran los turismos por todos los lados.
La entrada la teníamos para las 11 y eran las 10 cuando hemos llegado
al aparcamiento, pero aun así, nos hemos dirigido hacia la Villa del Este, a
unos 900 metros. Cuando hemos llegado había alguna cola de algún grupo pero
nosotros con las entradas hemos pasado sin esperas, y no nos han mirado la
hora, así que hemos ganado tiempo.
Este edificio renacentista, conserva los frescos en todas sus estancias
y todas ellas resultan muy llamativas
gracias a su cuidada decoración a base de frescos en paredes y techos pero
ningún mobiliario.
Pero lo más destacado son sus jardines dotados de una densa vegetación y decorados con más de 500 fuentes y esculturas.
Resultan especialmente llamativas la hilera de las cien fuentes, una
espectacular catarata y la fuente del órgano hidráulico. Pero…eso es todo. Desconozco como serán los de la Villa Adriana, si son mejores que éstos, pero no tenemos
ganas de hacer un “catálogo de jardines”, así que sin pena ni gloria, hemos
dejado atrás esta villa para poner rumbo a Roma.
Afortunadamente para llegar al área las avenidas son amplias y la
encontramos sin dificultad.
Es un secarral que ahora en mayo tiene la hierba verde y algunos árboles
en los extremos de la explanada donde nos van colocando de forma ordenada. Hay
parcelas más grandes pero otras son más justas.
Nos asignan una en un extremo grandecita pero…al sol, así que le pido una con
sombra pero me responde que no hay.
Nos instalamos y comemos. Aunque estamos cansados, estamos en Roma y no
podemos quedarnos despanzurrados por lo que decidimos acercarnos a la ciudad a visitar
Sta. Maria Maggiore, por la tumba del recientemente fallecido Papa Francisco y
a ver el Moisés de Miguel Angel, como hace 40 años.
Al salir me doy y paseo e identifico una parcela cercana con un arbolito
que al menos da algo de sombra a partir de las 15 horas y supongo que hasta las
18, no más, pero algo es algo. Así que regreso a la recepción y se lo digo.
Acepta el cambio.
Compramos cuatro billetes para el tranvía que nos dejará en la céntrica estación de Termini. 1,50 euro cada viaje.
Y nos vamos a la parada. Y no me
puedo creer el cascajo de tranvía que tienen. Hace un ruido infernal, esta
grafiteado, sucio,…parece de los años 70 -ya ha salido bueno-. Lo han
amortizado. Por supuesto que en la parada no existe marquesina alguna, ni panel
informativo de ningún tipo solo un triste banco.
En unos 5 ó 10 minutos nos recoge. Y su interior acumula mucha
porquería. No conseguimos validar los billetes. Unas jóvenes intentan
ayudarnos. Son españolas, hacen el Erasmus en enfermería. Mantenemos una breve conversación con ellas.
Al llegar a nuestro destino, ni se
despiden y es otro pasajero el que nos dice que hemos llegado.
Con el pie en tierra observamos nuestro alrededor. Parece que estamos
en otro mundo que no es Europa. Vemos suciedad y las paredes grafiteadas.
Estamos en la estación de Termini, como si fuera Atocha en Madrid, con mucho
movimiento de pasajeros y la imagen que da es de desorden y suciedad.
Bajamos por la Vía Cavour muy transitada por coches y peatones hacia Santa Maria Magiori. Mucha gente, ruido,
incluso hay sitios que huelen mal. No es el recuerdo que tengo yo de esta
ciudad la primera vez que la visitamos hace 40 años. Entonces me deslumbró.
Ahora la veo vieja, sucia, descuidada, decadente…Al menos lo que veo hoy.
Yo creo que nosotros, los españoles, desde los años 70 evolucionamos y mejoramos
rápidamente. Pero ellos parece que se hayan quedado estancados y les hemos rebasado.
Pero aun no comprendo cómo económicamente dicen que Italia tiene una mejor
posición que España. Desde luego inversión pública no se ve mucha. En fin, a lo
mejor mañana veo otra Roma, pero la de hoy, no me ha gustado.
Hemos llegado a nuestro destino, pero resulta que hoy el Papa actual ha
decidido visitar la tumba de Francisco así que nos encontramos la basílica
cerrada, las calles adyacentes con vallas metálicas y peregrinos que se agolpan
para entrar. Leo que dieron entradas hace dos días, una por persona y solo
ellos pueden acceder. La llegada está prevista para las 19 horas y ahora son
las 17.
Descendemos en dirección al foro y llegamos a San Pietro in Vincole,
donde está el Moisés y entramos.
No hay mucha gente por lo que disfrutamos ampliamente de ella. Nos dejamos atrapar por su fuerza y su energía. Por segunda vez, la belleza de esta obra del genio de Miguel Ángel de 500 años atrás, nos sorprende. Y es que esculpió un Moisés irritado, a punto de levantarse para destruirlo todo. Una rabia perfectamente expresada en las venas marcadas y los músculos en tensión que dan vida al mármol.
Como curiosidad añadir que fue
una de las obras favoritas de Miguel Ángel que la consideraba de un perfecto
realismo. Dicen que el artista, una vez concluida la obra, la golpeó
ordenándola que hablara.
Salimos y recuperando la Via Cavour vemos al fondo el Foro y Angel se
siente tentado, pero es añadir más distancia para luego regresar y estamos
cansados. Además, hay que comprar algo en un supermercado que hemos localizado
frente al área, por lo que decidimos volver sin alejarnos más. Nos lleva unos
veinte minutos caminando y luego otros veinte más o media hora llegar en el tranvía
a nuestra parada.
En el supermercado hacemos algunas compras para pasar estos cuatro días
que nos quedan y vamos ya a descansar. Pero antes tenemos que comprar las
entradas para ver el Coliseo y el Foro, que yo creo que es lo único que vamos a
visitar de la ciudad porque no tenemos intención de hacerlo como los Museos Vaticanos.
Pero para mañana por la mañana ya no tenemos entradas, así que lo dejamos para
el martes a las 10. Y mañana lo dedicaremos a pasear y callejear por la ciudad.




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