TOMAMOS TIERRA
SABADO, 10 de mayo
Itinerario: Civitavechia-Aurelia
No consigo dormir mucho. A las 1 estoy despierta y a las 5 …también y durante
la navegación, tampoco consigo conciliar el sueño.
El día transcurre leyendo, paseando por cubierta, y por las distintas
estancias del barco o viendo alguna serie de Netflix que me he descargado.
A las 19 horas nos piden que dejemos las cabinas y que nuestra llegada
está prevista para las 21,30. Afortunadamente no hemos parados en Porto Cristo,
en Cerdeña por lo que hemos ganado mucho tiempo.
Y solo queda pulular hasta que llegue la hora del desembargo. No
esperamos a que nos llamen para acudir a las puertas de acceso a los garajes porque
sabemos que luego son todo prisas así que nos acercamos al acceso al nuestro donde
ya espera gente. Allí coincidimos con una pareja de españoles que van a seguir
el giro y la pregunto si tienen un sitio localizado para dormir. No lo tienen
así que intento compartir con ella el nuestro pero en ese momento abren las
puertas de acceso al garaje.
Menos mal que las mujeres somos rápidas y hace una foto a las
coordenadas que aparecen en mi teléfono. La maniobra de salida es limpia y
rápida y nos dirigimos a aparcamiento. Es de noche y las carreteras pequeñas que nos
llevan a ella están un poco descuidadas, tanto que en un momento concreto creo
que me he metido por una carretera cortada. Pero no, solo que la maleza ha
invadido parte de ella.
Cuando llegamos allí ya están nuestros desconocidos compañeros. Eso nos
da tranquilidad. La noche transcurre plácida y esta vez, sí que consigo dormir
hasta las 6 de la mañana o 6,30.
RUMBO AL ESTE
DOMINGO, 11 de mayo
Itinerario: Chivitavecchia-Lido del Sole
Pernocta: Lido del sole, Area Isola bella 24 euros. (
41.9247, 15.8418).
Nos levantamos a las 8 y a las 9 estamos rumbo a Parque Nacional de Gargano.
Poco tráfico por la periférica de roma. Atravesamos la península
italiana de Oeste a Este a través de una autopista E-80 que transcurre entre
accidentados paisajes que surcan los Apeninos.
Se alternan elevadas cimas con
verdes valles. Aquí la primavera es también generosa y la vegetación lo cubre
todo. Las zonas montañosas que atravesamos están muy arboladas: arces, pinos,
hayas, acacias, cipreses….es una vegetación densa y muy variada. A lo lejos en
algunas cimas vemos aun los restos de las nieves del invierno.
En poco tiempo la llanura verde se hace dueña del paisaje y al fondo se
dibuja el mar Adriático. Nos vamos acercando a él. Nuestro destino está al
comienzo del Parque Nacional, pero me doy cuenta de que el área a la que íbamos
estaba cerrada hasta junio así que hay que buscar otra rápidamente.
Dejamos atrás la autopista por la que hemos pagado unos 35 euros y nos dirigimos a un área cerca de Rodi Garganico, en Lido del sole, Area Isola bella.
Solo una carretera la separa de la
playa. Nos cuesta 20 euros más 4 de tasas, 2 por cabeza e incluye la luz. Es
estupenda, entre pinos y olivos. Tan solo cuatro autocaravanas mas y todas
alemanas (41.9247, 15.8418).
Comemos muy tarde, descansamos y nos acercamos a la playa. Estrecha, no
como la mayoría de las españolas, y muy descuidada, bueno, con mucha porquería
que no parecen recoger así que para nosotros es una mina, sobre todo para mi.
Estas playas no son nada aburridas. Yo busco “lienzos” para mis cuadros y
encuentro. En primera línea solo hay chiringuitos bastante descuidados y en
nuestro paseo no vemos a nadie.
Sobre las 19,30 ha empezado una música discotequera que esperemos que
apaguen pronto porque mañana es lunes aunque también sabemos que los italianos
son impredecibles. Ya casi ha llegado la noche y aunque el día no ha sido muy
soleado, ha estado agradable. Mañana pondremos rumbo al Sur, al corazón del
parque tomando carreteras que perimetren este “espolón”.
EL PARQUE GARGANICO
LUNES, 12 de mayo
Itinerario: Lido del sole-Matinata (Parque Nacional
Garganico)
Pernocta: Area Camper Aulìv. Matinata. 20 euros
(41.7103, 16.0725)
Qué lugar tan delicioso y tranquilo. Quizás un poco dejado, abandonado,
no este lugar, si no el entorno. Supongo que en verano se convertirá en otra
cosa. Pero a nosotros nos gusta la tranquilidad.
La mañana amanece azulada y luminosa bajo el olivo que nos regala su
cobijo. Desayunamos, cargamos y descargamos agua y ponemos rumbo para iniciar
el recorrido por el Parque Nacional del
Gargano, por carreteras retorcidas que bordean la costa.
Casi al comienzo atravesamos una pequeña localidad de la que no recuerdo su
nombre y que no consigo identificar en el mapa. Pero lo destacable de ello es
que nos topamos con la “realidad italiana”: evitamos peatones que en vez de
caminar por la acera, lo hacen por la carretera, coches aparcados en doble
fila, camiones que vienen de frente….una locura que provoca que estemos en tensión
e intentemos a la vez tranquilizarnos y aceptar que esto es Italia.
Y poco después damos con la primera…¿curiosidad? No sabría cómo
definirlo pero describe de alguna manera su peculiar carácter algo caótico.
Están haciendo obras en la carretera así que solo se puede circular por la
mitad. Nos encontramos con un semáforo. Rojo. Esperamos un tiempo considerable
hasta que se abre y pasamos. Hasta aquí, todo normal. Lo que no lo es, es que
casi a la mitad nos topamos de frente con un autocar, no un turismo, un autocar.
Sorprendidos estamos. Los operarios nos
guían para que podamos pasar para lo cual tenemos que aplastar algún que otro
montón de arena. En un momento determinado el conductor de un turismo en sentido
contrario me dice que el semáforo “e verte” a lo que yo le respondo que el mío “verte también”. No
lo comprendemos. Salimos de esta trampa sorteando autocares, coches, máquinas
trabajando, carretera levantada, montones hasta que nos dicen que “ya está” y yo….como que no me
lo creo, pero fue verdad.
La carretera está muy mal mantenida tanto, que las cunetas están
pobladas de vegetación que la invade, y eso pasa también con los arboles cuyas
ramas están sin podar y caen hacia abajo
metiéndose en la carretera. De hecho, oigo un golpe claro y otro que
dice Angel que podría ser alguna piña al
caer.
Llegamos a Vieste y podemos
aparcar sin problema a lo largo del paseo junto a la playa para acercarnos a
ver el Monolito de Pizzomunno, un enorme pedrusco en forma piramidal, de
color blanco que solitario aparece al final de la playa al lado de unos blancos
acantilados.
La playa, la mejor que hemos visto, pero en ella observamos que
desemboca un riachuelo que arrastra todo tipo de guarrerías. No muchas, pero
ahí están y los que allí están tomando el sol a escasos metros, no le dan
ninguna importancia.
Como tan solo son las 12 h, decidimos continuar hasta la última área o
camping que figura antes de salir del Parque del Gargano.
El tramo de carretera desde un
poco después de Vieste (Torre de san felice)
hasta donde estamos ahora, antes de Martinata, y a través de la SP 54 es una
preciosidad con un paisaje similar al de
nuestra costa brava. Se abre paso a través de una gran masa boscosa dejando abajo acantilados
de piedras blancas que contrastan con el color esmeralda del mar. Y lamentamos que todos los miradores estén en sentido
contrario y no nos permitan detenernos y que el estado de la carretera no nos
deje disfrutar más de su belleza.
En un momento determinado oigo un golpe fuerte y sordo en el techo. Paramos
donde pudimos y cuando Angel se baja ve que la antena, la seta que está en el
techo, esta caída. Se ha partido.
Durante casi seis años hemos viajado dejando la escalera de la cama
superior en casa. No la necesitábamos, pero esta vez, encontré un sitio para
ella, donde no molestaba y mejor llevarla por un por si acaso (asi soy yo “por
si acaso”) y esa escalera posibilitó subirnos para ver el daño hecho y poder
repararlo, bueno, cortar el cable de la antena por el interior y quitarla ya
que no podíamos llevarla colgando cual
badajo de campana. Y en ese momento verbalizamos los dos el deseo de que todo
lo que nos ocurriera en este viaje fuera esto, aunque nos enfadamos mucho.
Ya que no parece haber una conservación de las carreteras, al menos si
circularan camiones o autocares por este tramo de carretera que discurre por la
costa, habría una “poda natural”. Pero parece que estos vehículos eligen otro
tramo que discurre por dentro, así que esta vez la falta de mantenimiento se ha
cobrado como víctima nuestra antena.
A partir de aquí, nos quedaban
unos 30 km para terminar esta ruta por lo que visto lo ocurrido decidimos que
en la medida en que pudiéramos y la visibilidad nos lo permitiera,
circularíamos por el centro de la carretera.
Fuimos dejando atrás áreas y camping una tras otra, algunos situados en
unos sitios idílicos. También comprobamos que donde había una bonita cala,
había un complejo hotelero, o camping que privatizaba el acceso a la misma.
Solo los clientes podrían disfrutar de ella. En estas cosas comprobamos que
nuestro país va por delante de Italia. Hace 30 años eran ellos los que nos
sacaban una ventaja considerable, pero ahora, se han quedado atrás. Por lo
menos en los lugares que hemos visitado, que son varios.
Ya dejando atrás el parque, en una playita, encontramos la última área
y a las 14,30 decidimos quedarnos. Y esta “playita” era de enormes pedruscos
que impedían poder caminar por ella, así que nos resignamos a dar un corto paseo
por un espigón hecho de bloques de mármol y regresamos para cenar y descansar
hasta mañana en que seguramente llegaremos a Bari.
Y cuando nos preparamos para dormir a eso de las 23 h empieza a sonar
una música pachanguera a todo volumen. No sabemos de dónde viene porque aquí
solo hay unos cuantos restaurantes y el área. Suponemos que de algún coche
tuneado y desconozco por que no se saltan las tuercas. Durante unos 20 minutos
lo enciende y apaga intermitentemente para sobre las 23,20 cesa. Noche muy
tranquila y agradable

No hay comentarios:
Publicar un comentario